la tapa que cierra la libreta
para hacerme una pluma
roja de Piel Roja
llevarla en la cabeza
sujeta con un alga
a una pequeña pluma de gaviota.
Me quité las sandalias
para unirme a la tierra
y caminar descalza
siguiendo los meandros,
y a las luciérnagas,
en rumbo a los lugares
que habitan las fronteras.
Luego, mi madre
ayudó a escapar al pájaro
prisionero en la torre.
Dedicado a toda la tribu partera de "Talleres Islados" y a Cheryl Savageau.
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