Hay
que pedir la luna y creer
que
nos la pueden poner en las manos.Federico García Lorca
¿Dónde la vereda
—
caminante —
que salta mi ventana
hasta la luna
encarnada?
Los cristales fríos de luz
y sangre quiebran las escaleras— espinas
de rosal.
¿Dónde la luz, dónde
la fuente,
la fracturaque silencia la rama
inmóvil?
No hay comentarios:
Publicar un comentario