de un soplo vagabundo
sin base, ni raíz.
Ernestina de Champourcín
Campana desasida
en cada amanecer
los sueños me persiguen.
No sé si sé vivir
-- campana -- sin interrogaciones,
rejas a la canción.
¡Las cuerdas!
¿Dónde están las cuerdas de los pájaros?
El hilo que sostiene
con la mano
el ansia
de infinito.
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