Con llave cambiante
abres la casa en la que se arremolina
la nieve de lo callado.
Según la sangre que te brote
de ojo, boca u oído
cambia tu llave.
Cambia tu llave, cambia la palabra
que puede arremolinarse con los copos.
Según el viento que te empuje
se aglomera la nieve en torno a la palabra.
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