Camino al mar
Por aquel camino se llega al mar,
por aquel sendero largo y solitario.
Sólo una mujer anciana,
que vive en la montaña,
lo recorre cuando siente hambre y frío.
Tiene piedras traicioneras,
a veces se oculta bajo las zarzas.
En los últimos años, nadie volvió
y por eso quitaron las señales,
pero siempre hay alguien que pregunta;
desde aquí se ve tan hermoso,
la tierra roja sobre la pradera.
A quién decide seguirlo
le despedimos desde el mirador;
contemplamos como desaparece
tras el pinar y sin querer
pensar más en ello,
seguimos con lo que estábamos haciendo.
24 de enero de 2004- Febrero 2012
1 comentario:
Estos versos tuyos me han emocionado y he llorado por dentro con ellos (que a veces es la forma más sincera de llorar..) Estos versos tuyos me han evocado algo que no se dónde escondía yo por mis adentros...ese camino, el mar, y los pinares, y luego volver a la tarea cotidiana, porque al fin, trascurrir es la gran tarea, como dice Vicente Gallego.
Chiki,este poema es maravilloso.
Publicar un comentario