Vuelve el viento de Grecia con la música y la luz...
Taínaron
[1]
Aquí los días no se disuelven en el aire
caen en el agua
formando su propia capa
una superficie de separación.
Un halcón sobrevuela el cuerpo del
verano
se sumerge una y otra vez
alimentándose y embriagándose por la
caída.
No hay nada aquí
No hay nada aquí
solo un viento de locos y piedras
y mar
una promesa al azar
y mar
una promesa al azar
afila nuestra lujuria con el filo de
la luna.
Cuando llegué por vez primera a este paisaje
de final
el viento entro en mi boca con furia
como si yo fuera su único recipiente
hasta que todas mis palabras desaparecieron.
hasta que todas mis palabras desaparecieron.
Cada árbol recibe el viento de manera
distinta
algunos sufren otros resisten
(encontré una palmera que daba a luz al viento y lo distribuía
(encontré una palmera que daba a luz al viento y lo distribuía
en todas las direcciones)
otros tiemblan de arriba abajo y cambian de color.
Yo por supuesto no soy un árbol
otros tiemblan de arriba abajo y cambian de color.
Yo por supuesto no soy un árbol
me senté y llevaba puesto el viento
como un abrigo
incliné la cabeza y miré hacia la
tierra
de entre sus grietas, las raíces del
tomillo
con sus jeroglíficos se esforzaban
para alcanzar la luz
entonces las palabras volvieron.
A la poeta Katerina Iliopoulou he tenido el placer de conocerla porque hacemos pareja en una maravillosa antología de poetas y escritoras europeas que se publicará próximamente... Katerina coordina el sitio web greekpoetrynow.
La traducción del poema es mía, a partir de una versión en inglés de Jonh O'Kane.
[1] El cabo
Taínaron o cabo Ténaro está situado en
el extremo sur de Grecia, en el Peloponeso.
Aparece en la mitología como emplazamiento de santuarios de varios
dioses e incluso puerta de estrada a la laguna Estigia.
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